miércoles, 28 de agosto de 2013

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (Zombilaridad)



"Dichos estados pueden verse precipitados por la pérdida de un punto de referencia o apoyo esencial: un puesto de trabajo, una mirada bondadosa, una forma de representación, como un título. 'Soy como un zombi que vive tras una pared de cristal', dijo un paciente. 'Veo todo lo que pasa en el mundo pero no lo puedo tocar. No llego. No estoy en contacto con él. Estoy fuera'. O, por citar algunos ejemplos reunidos por Jaspers: 'Todo se ve como a través de un velo: como si oyera todo a través de una pared'; 'Las voces de la gente parecen venir de muy lejos'; 'Sólo soy un autómata, una máquina; no soy yo el que siente, habla, come, sufre, duerme; ya no existo; no existo, estoy muerto'. Aunque la persona existe biológicamente, como dice Jaspers, ha dejado de sentir que existe.

En dichos estados, que pueden durar años, no hay una carencia organizativa, no hay un objeto que atraiga al sujeto, ni nada que esperar. 'Cuando camino, no sé adónde voy', explicó un paciente. 'No siento el suelo. Soy como un fantasma. No formo parte del mundo de los humanos. A veces tengo que agarrarme a cosas por la calle para evitar salir flotando'. Al sujeto no le interesa nada: ningún elemento de su entorno le atrae, puesto que la libido no puede localizarse en ningún lugar externo. Otro paciente describió su existencia como 'muerta', como si fuera un traje espacial flotando en el espacio exterior que no está agarrado a nada: 'No está claro si dentro del traje espacial hay una persona muerta, nada o ansiedad', dijo.

El paciente asoció este hecho con su fascinación por los hombres lobo, vampiros y momias. Estas espantosas criaturas, explicó, 'al menos tienen una topografía'. Le proporcionaban, dijo, una sensación de concreción: 'tenían un propósito, una dirección física, como los zombis, se mueven hacia algo'. Recordó una película de zombis que había visto cuando era adolescente en la que las criaturas robóticas se movían mecánicamente hacia un centro comercial. Estos monstruos 'al menos tienen un cuerpo definido, como si fueran una sola función absoluta, sólo una, no hay ambigüedad ni posibilidad de elección'. 'Un ser humano se sentaría en un banco del parque y se preguntaría -¿debería hacer X o Y?-. pero un zombi simplemente sentiría una fuerza magnética que le arrastraría'. De hecho, a esto aspiraba él."

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