sábado, 24 de agosto de 2013
INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (Rounds de Boxeo de Sombra)
"Los delirios de la paranoia también se diferencian de las ideas paranoides de otro modo. En la paranoia, el yo y el Otro están estrictamente separados, pero en los pensamientos paranoides del esquizofrénico pueden llegar a desdibujarse estos límites. El Otro está presente en ellos mismos, como si no fuera posible una separación total. Un esquizofrénico puede que crea que los pensamientos, y hasta las sensaciones que tiene, no son suyas, sino que, de algún modo, las han puesto ahí o incluso que se trata de las experiencias de otra persona. El paranoico, al contrario, ve fuerzas externas que actúan desde el exterior, no desde el interior, y no existe la idea de que le han robado o introducido pensamientos en la mente. La separación entre el yo y el Otro se mantiene, lo que implica que el paranoico es básicamente inocente: siempre es culpa de los demás, ya se trate del vecino, la CIA o el gobierno."
Anotación sobre mi caso particular: Primero hubo indicios de alucinaciones auditivas que no podía separar, en el presente creo que se debían a ruidos molestos de un ventilador, del aire acondicionado, de un refrigerador, etc... Asocié las alucinaciones auditivas a una ficcional conspiración, de pronto me atacaba la 'maldad' que asociaba a la presencia de una persona que difundía rencores contra mi persona, no era cierto, confronté a esta persona y le recriminé su actitud, evidentemente sorprendida negó haberse interesado en absoluto hacia mi persona, hasta ahí había una paranoia creada por la molestia de las alucinaciones auditivas, reconocía al Otro como mi peligro y no caía todavía en la categoría de esquizofrenia. Debí acudir al médico cuando me encontraba seguro de que no existía conspiración y he ahí el error, esos ruidos que metamorfoseaba en voces no me dejarían en paz, aunque cambié de trabajo. Es ahí cuando perdí la noción del Otro y me envolví en una esquizofrenia con pensamientos paranoides, de pronto mi propio organismo me llenaba de miedo y de peligros que eran derramados de mis frustraciones ú ocurrencias derramadas de mi cerebro, fue el acábose, ya no distinguía al Otro y me mantenía en rounds de boxeo de sombra, me peleaba con esa imaginación que no reconozco como propia, pero sí generada por mi organismo enfermo, mi 'yo' estaba aprisionado y me gobernaba el desorden de la incoherencia de mis actos. Éste fue el primer período en el año de 2007, de febrero a octubre, era entonces ya una esquizofrenia paranoide.
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