sábado, 31 de agosto de 2013

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (El Ecoloco: Recolectar y Tirar)


"El grupo de psicosis asociado a la simbolización arcaica de las ausencias de la madre tiene un problema con la alienación: la persona no entra en la alienación inicial de la cadena de ideas del progenitor. Las palabras no parecen surtir efecto, lo que sugiere que hay un rechazo básico de lo que viene del Otro. La presencia y la ausencia no han sido simbolizadas. En dichos casos, a menudo observamos que la persona acumula o acapara, como si no pudiera separarse de ellos, pedazos de papel, latas o desechos cotidianos, que puede llegar a llevar en los bolsillos."

Comentario sobre la pertenencia a este grupo: Sí, efectivamente, se recolectan papeles, flores, piedras, se guardan las colillas de cigarros propios que ya se han fumado, pero en mi particular caso, lo realizas como parte de un 'juego' en el cual tienes que descifrar claves, se asocian las flores con el nombre que deseas poner a tus hijas, y se establece una conexión, en el periplo se asocian los lugares por donde caminas con cierta conexión mística, se deja una huella propia que represente que estuviste allí y que conecte con lo que tomaste de allí. En el caso de los cigarros, era tal la necesidad que se llegó a hurtarlos en una ocasión, siendo perseguido pero no alcanzado, uno se cree con 'invulnerabilidad' y piensa que es inatacable, así no se piensa sobre el acto si está bien o está mal, sino qué es necesario hacer para continuar en el "juego", porque la prueba es sortear los peligros que depara el "juego". Se llega a creer que uno es mago, y que las conexiones que realizas entre dos sitios, o entre objetos tomados o dejados en los sitios, te proporcionan protección o te ayudan a dar avances en el "juego". Si me tocó dejar de pagar pasajes pocas veces, aprovechando que el colectivo iba lleno, y pensar que era un obsequio o una ganancia por estar jugando bien. Cuando tenía automóvil, perdí las llaves, y para tratar de recuperarlas, presionaba a gente de mi casa moviendo el auto sin freno de mano hacia delante o hacia atrás, encendiendo las intermitentes, buscando o que me entregarán las llaves del vehículo o que me dejarán salir por tener prisa cuando llegaba al sitio de trabajo a las 7 de la mañana, con una antelación de una hora, así que madrugaba a la gente de mi casa tomando la oportunidad de madrugar para tomar ventaja en el "juego". Como parte de la inconsistencia de los actos, se llegaba a hacer necesidades fisiológicas, con la precaución de no ser visto, en lugares donde el "juego" marcará que era apropiado aunque fuera arriesgado. Además, era correcto, dejar una marca como una colilla de cigarro o una goma de mascar en aquel sitio donde no se debía olvidar la presencia de uno. En 2007 fue muy simpático cuando se llevó caminando desde casa hasta el sitio de trabajo unos tres ajos en una bolsa, era de noche y aunque hubiera perros ladrando por dentro, se desgajaron los ajos y se rociaron por todo el terreno lanzando los pedazos de ajo sobre la malla protectora. Y esto tendría su conexión con manchar con esencia de los mismos ajos una inventada demanda por la cual fui cesado del trabajo por 'desobediencia' cuando en realidad sufría la enfermedad de la esquizofrenia paranoide. Así que, con gran felicidad me corrieron, pero nunca tuvieron el humanismo de analizar que si me comportaba extrañamente, era porque estaba muy enfermo. Me daba por caminar mucho, por salirme del sitio de trabajo, pero lo terrible es la maldad con que se jugaba en una institución, usando documentos administrativos o supuestas labores encargadas para denostarme, burlarse de mí, ufanamente sentir que me habían derrotado, pero uno es importante y si se busca contrincantes en el ring no va a ser con gente estúpida que se burla de un enfermo, será más acorde llevar la vida al límite defendiendo la dignidad y manifestar a todo pulmón que se ha vivido mucho y que: 'Siempre hay otra historia... siempre hay más de lo que los ojos ven"

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