domingo, 15 de septiembre de 2013

CON LA ODISEA EMPEZÓ TODO.

I BEGAN WITH the Odyssey

"I reread the Odyssey at that time, which I had first read in school and remembered as a story of a homecoming.But it is not a story of a homecoming. How could the Greeks who knew that one never enters the same river twice, believe in homecoming? Odysseus does not return home to stay, but to set off again. The Odyssey is the story of motion both purposeful and purposeless, successful and futile. What else is the history of law?”

"Por entonces releí la Odisea, que había leído por primera vez en bachillerato, y que recordaba como la historia de un regreso. Pero no es la historia de un regreso. Los griegos, que sabían que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, no creían en el regreso, por supuesto. Ulises no regresa para quedarse, sino para volver a zarpar. La Odisea es la historia de un movimiento, con objetivo y sin él al mismo tiempo, provechoso e inútil. ¿Y qué otra cosa se puede decir de la historia del Derecho?"

"Je relisais à l'époque l'Odyssée, que j'avais lue au lycée et dont je me souvenais comme de l'histoire d'un retour ua pays. Mais ce n'est pas l'histoire d'un retour au pays. Comment voudrait-on d'ailleurs que les Grecs, qui savaient qu'on ne se baigne jamais deux fois dans le même fleuve, aient cru à un tel retour? Ulysse ne revient pas pour rester, mais pour repartir. L'Odyssée est l'histoire d'un mouvement qui vise à la fois un but et n'en a pas, une histoire de succès vains. Tout comme l'histoire du droit."

domingo, 8 de septiembre de 2013

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (Joyce, el escritor)


"El sujeto psicótico, en este caso, encuentra la estabilización mediante una transformación del lenguaje, y, a menudo, observamos que en la esquizofrenia se crean dichos sistemas. Lacan estaba especialmente interesado en Joyce en este contexto, y sostenía que el escritor había encontrado una solución a la forclusión a través de su trabajo, haciéndose un nombre, ya que su padre no había conseguido transmitirle uno. Desgraciadamente, la mayoría de los comentarios lacanianos sobre Joyce se limitan a repetir banalidades y evocar los mismos ejemplos aburridos. El estudio de Geneviêve Morel es una de las excepciones, y examina detenidamente la experiencia de Joyce con el lenguaje. Muestra cómo a Joyce se le imponía el lenguaje, y que contaba con pocas barreras para defenderse de la dimensión invasiva de las palabras. Repetía conversaciones entre su padre y su tío sin ni siquiera saber lo que significaban las palabras y, en 1931, escuchó la voz de su padre después de que hubiera muerto. Sus 'epifanías' también giran en torno a fragmentos de lenguaje, como si extractos de conversaciones que escuchaba tuvieran una cualidad enigmática que tenía que poner por escrito. En lugar de evitar esta dimensión del lenguaje, la estrategia de Joyce fue enfatizarla: se convirtió a sí mismo en receptor de todos los discursos que escuchaba, sin aislarse para escribir sino haciéndolo a menudo en la cocina, rodeado de mujeres que charlaban. Se abrió a la intrusión del lenguaje, creando sus libros a partir de lo que se le imponía.

Aunque estos trabajos le dieron un nombre, como señaló Lacan, quizá también tuvieron otra función. Es sabido que Joyce comentó que sus libros mantendrían a los estudiantes ocupados durante cientos de años. Podemos considerar este comentario como una forma de promocionar su nombre: Joyce, el escritor, pero, por supuesto, también le permitió una inflexión de la función del receptor que hemos mencionado. Más que ser el objeto del discurso él mismo, podía transmitirlo, a través de sus obras, a la comunidad de lectores que las estudiaban. En cierto sentido, les había pasado un enigma, aunque no en su forma original. Había llevado a cabo un trabajo no sólo en el lenguaje, sino en la función del receptor incluida en el mismo.

Si bien una obra como 'Finnegans Wake' puede desconcertar y fascinar a los lectores, a menudo observamos cómo las creaciones esquizofrénicas del lenguaje surten un efecto similar. En este caso la prueba consiste en construir un metalenguaje, un lenguaje dentro del lenguaje, que puede adoptar la forma de un lenguaje sobre otro lenguaje. Hay una lógica potente en estos proyectos, puesto que si la persona padece de la omnipresencia del lenguaje, de su presencia invasiva y sin mediación, ¿qué mejor estrategia que construir una defensa del mismo material que lo ataca? En ocasiones, estas invenciones cambian el mundo, como vemos que ocurre con los lenguajes informáticos y otros sistemas matemáticos y formales, así como con determinadas invenciones en el campo de la literatura y la poesía."

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA ('Arma Lingüística')


"Para protegerse, desarrolló un nuevo lenguaje, lo que él llamó un 'arma lingüística", un sistema para transformar las palabras en inglés 'casi instantáneamente' en un híbrido de alemán, hebreo, francés y ruso. Traducir a una sola lengua no habría sido efectivo, explicaba, porque eso permitiría que las palabras individuales en inglés sobreviviesen. Su labor, al contrario, era 'aniquilarlas', incapacitándolas para que le atacaran en el futuro. Así, podía descontaminar la voz de su madre dividiéndola en palabras o sílabas, traduciendo éstas con su propio sistema de normas lingüísticas, utilizando las distintas lenguas y, por tanto, generando nuevas palabras y frases. Se estaba usando un sistema lingüístico para generar una negatividad exactamente donde lo simbólico no había conseguido hacerlo. Al mismo tiempo, este sistema operaba en el aspecto interpelativo del lenguaje que hemos mencionado anteriormente: era capaz de tener esto bajo control por medios artificiales. Wolfson publicó los escritos de su experiencia en francés, no en inglés; vivió en Nueva York, se mudó a Canadá tras la muerte de su madre y, después, a Puerto Rico, donde parece ser que ganó la lotería en 2003 y se convirtió en millonario."

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (La Emoción 'Correcta')


"Este proceso, en el que el sujeto psicótico 'aprende' emociones, a menudo se ha descrito como si pudiera encender y apagar sus sentimientos dependiendo de las necesidades de la situación. Eissler describió un caso en el que 'el sentimiento de falta de vida del paciente estableció una tabula rasa, por así decirlo, sobre la que el ego podía colocar la emoción socialmente requerida artificialmente, como un pintor pone el pigmento adecuado en el lienzo'. La creación de estas emociones superficiales armoniza con los imperativos sociales de nuestra cultura hoy en día, que ven la emoción no tanto como un signo auténtico de nuestra vida interior, sino como un conjunto de conductas que hay que aprender. Si se nos entrena adecuadamente, aprenderemos competencias emocionales para ser capaces de mostrar la emoción 'correcta'. Lo que los analistas y psiquiatras de los años cincuenta consideraban un signo de psicosis, se ha convertido en una norma de subjetividad saludable."

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA ('Un Estudiante Esquizofrénico de las Lenguas')


"La fascinación de Louis Wolfson con las lenguas es otro ejemplo de este proceso. Se convirtió en lo que él llamó 'un estudiante esquizofrénico de las lenguas', y aprendió francés, alemán y ruso para escapar de la lengua inglesa que tanto miedo le daba. Comentaremos el trabajo de Wolfson con las lenguas un poco más adelante en este capítulo, pero lo que nos interesa ahora es su posición como 'estudiante'. Le permitió situarse en relación con el mundo que lo rodeaba: sentado en su habitación en casa, de camino a la biblioteca y en sus paseos nocturnos, en los que 'estudiaba' a las putas, los padrotes, los drogadictos y los polis de Broadway, formando su identidad en torno a esta idea de aprender. Al conocer a otras personas se presentaba como un estudiante, y esto mediaba el campo potencialmente peligroso del contacto humano. Un día, mirando a un hombre sentado enfrente de él en el metro, se imaginó un encuentro violento, justo antes de decidir que leer un libro en otro idioma distinto del inglés sería una opción mejor que la de quedarse mirándolo. Siempre estudiando, Wolfson era capaz de transformar la situación pasiva y amenazante de ser la presa de quienes lo rodeaban, en una posición activa y estabilizadora."

INTROSPECCIÓN A LA LOCURA (Construcción de un Ideal)


"El modo de restitución aquí, estudiado al principio por Ludwig Binswanger, implica la construcción de un ideal: una imagen particular da a la persona un punto cardinal, una orientación sobre la que construir su vida. Esta construcción de un ideal puede inspirarse en descripciones de una tradición familiar con asociaciones positivas, pero, a menudo, se toma del mundo de la madre. Puede implicar una actividad que le interesaba, una persona que ella idealizó o una carrera que tuvo que abandonar, y puede ayudar a darle a la persona un punto ideal alrededor del cual organizarse."